PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades...

domingo, 1 de julio de 2012

“La poca constancia en nuestra labor pastoral”

Queridos hermanos, ¿como estan? ¿como comenzaron el invierno? ¿Pudieron participar en el Corpus Christi Diocesano?

Bueno, vamos a lo nuestro: hoy vamos a hablar de uno de los grandes inconvenientes que se presentan en la vida de todo dirigente pastoral: la falta de constancia.

La baja en la constancia, puede deberse a las siguientes causas:

  • Un período muy extenso de trayectoria en una misma labor: un período de mas de tres años, haciendo lo mismo, sin incorporar ninguna novedad, incrementa el desgano y la desmotivación.
  • Escasez de expectativas de realización, es decir, creer que mas allá del esfuerzo que se haga, todo va a seguir igual en la comunidad.
  • Ausencia de reconocimiento por los logros, si bien obviamente en la comunidad uno trabaja sin esperar nada a cambio, la falta de una palabra de aliento o de felicitaciones por las personas que estan en la conducción del grupo o del área en el que se trabaja, es siempre necesaria para una retroalimentación positiva.
  • La falta de libertad para las iniciativas propias (real o imaginada, como lo analizamos el mes pasado)
  • Problemas personales del dirigente: esta causa es ajena a la comunidad y/o grupo, pero debe ser tenida en cuenta ya que repercute inexorablemente en su función dirigencial, y requiere el acompañamiento y la comprensión de todo el grupo que conforma la comunidad, y el reconocimiento de las propias limitaciones por parte del dirigente.

La mejor estrategia, para enfrentar la desmotivación y la falta de constancia en nuestras labores pastorales (¡Y en cualquier ámbito de la vida!) es, en primer lugar (como dice un viejo principio teológico: Lo que no se asume no se redime) reconocer el problema, luego hacer un breve freno en las actividades (parar el trabajo “inercial” o rutinario) y luego plantear cambios que posibiliten sentirse a gusto en el trabajo que uno realiza, y sentir que esta labor es útil, y sirve para mejorar tanto la cantidad como la calidad de la comunidad.

No obstante, al plantearse la realización de cambios en nuestras actividades, estas debieran guiarse por una metodologia incremental, es decir, que al aplicarse se debería ir de “menor a mayor”, incluyendo primeros los mas básicos para ir creciendo en complejidad e innovación, a medida que se van logrando incorporar los primeros. Esto garantiza ir trabajando sobre terreno sólido, evitando los inconvienientes a nivel comunitario, y mejorando la seguridad en el accionar, en el nivel personal.

¡Cuídense del frio! ¡Aprovechen el calor de la comunidad! ¡Y hasta el próximo mes de agosto!