PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades...

jueves, 1 de enero de 2015

Iglesia en Salida: ¿moda, vivencia o estilo de vida?

Llegó el mes de marzo, y con él, vuelve la alegrìa de poderme encontrar con vos, en este espacio que compartimos desde hace algún tiempo, tratando de buscarle juntos la “vuelta” al desafìo de llevar adelante, de la mejor forma posible, la comunicación en nuestra comunidad parroquial. Durante los últimos años, estuvimos recorriendo los principales desafìos, medios, canales, estrategias y herramientas que tenemos para poder llevar el Mensaje de Salvación a nuestros ambientes y comunidades donde estamos insertos. Este año te quiero proponer  reflexionar sobre la invitación del Santo Padre Francisco, a pensar la comunicación para una “Iglesia en Salida”, ¿Me acompañas en este camino?

Si llegaste a este segundo párrafo, me animo a comprender que tu respuesta fue afirmativa; y en tanto que vamos a ir reflexionando en torno a una visión y comprensiòn de una Iglesia abierta, solidaria y misionera, te invito a que si aún no lo hiciste, leas la Encíclica Evangelii Gaudium, que nos va a acompañar en este recorrido.

Ya tendremos tiempo durante el año para avanzar con los distintos aspectos que lleva implícita esta concepción de nuestra vida comunitaria, pero antes tendremos que ponernos a pensar si vivimos esta invitaciòn del Santo Padre como una moda, como una vivencia, o como un estilo de vida, ya que de acuerdo a la percepciòn que tengamos, es que podremos encontrar la mejor forma de aprovecharla para nuestro crecimiento, y la transformación de la sociedad.

Muchos querrán ver en la postulaciòn de una “Iglesia en Salida” , el surgimiento de una moda pasajera que se traduce en un mero slogan con poco contenido actitudinal, sin suscitar en los corazones un cambio profundo, pero que serviría a la “institución Iglesia” como forma de volver a recuperar su imagen deslucida -no será tema de reflexión en nuestra columna las causas y consecuencias de ello- de los últimos lustros. Esta mirada está más arraigada en los sectores más conservadores de nuestra amada Iglesia que en en los cambios una amenaza a la supervivencia y custodia de la Fe.

Asumir el desafìo de animar nuestras comunidades con un espìritu aperturista, podrìa también, experimentarse como una vivencia que sería buena atravesar como una etapa en el crecimiento personal y comunitario. Sin embargo, detenerse a la mitad del camino de conversiòn pastoral y comunitaria, puede ser mucho más perjudicial que no haberlo iniciado; ya que el “regreso a casa” luego de haber saboreado la experiencia de comenzar a transformar la sociedad, puede revivir el narcisismo individual ¡o comunitario!, o bien subsumirnos en una depresión paralizante, al olvidar que es de Dios de quien viene la Gracia para poder continuar con la tarea.

Aunque, por supuesto, también está la posibilidad de vivir con más compromiso y predisposición este llamado, y asumirlo con un firme propósito de conversión; haciendo del desafío de llevar a los demás una Iglesia en salida, el estilo de vida que elijas para llevar adelante durante los pròximos años.

Más allá de con cual de los pàrrafos te sentiste mas identificado, te invito a reencontrarnos el próximo mes, para seguir avanzando en este camino.

Te mando un gran abrazo, y nos leemos el próximo mes, si Dios quiere!