PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades...

jueves, 1 de octubre de 2015

Sincretismo comunicacional

Queridos hermanos, que alegría poder volvernos a encontrar aquí un nuevo mes más de vida que la Providencia nos regala.
Como recordarás, hemos estado recorriendo y analizando, en lo que va del año, las diferentes cuestiones relacionadas con la Iglesia en Salida, que propone el Santo Padre Francisco, procurando descubrir entre todos, la mejor forma de vivirla, tanto en forma personal como comunitaria.
Ahora bien,  de acuerdo a lo que fuimos analizando, esta apertura e iniciativa presenta  múltiples ventajas pero no está exenta de riesgos que , como prevención, es mejor tener en consideración para evitarlos y no perjudicar nuestra vida de Fe, ni la de nuestros hermanos.
Uno de los principales riesgos a los que podemos enfrentarnos al decidirnos heroicamente - siempre es de valientes animarse al cambio- afrontar el desafío de vivir una Iglesia en salida, es el de caer en el sincretismo, es decir, llegar con nuestro anuncio propositivo, positivo, y sincero  del Evangelio, de una forma tan abierta como poco clara y sustentada en nuestra vida de Fe que termine subsumido - es decir, incorporado como una mescolanza-  en una abstracción homogeneizada, junto a otras creencias, donde todo parece adquirir el mismo valor de veracidad  legitimidad que el resto, confundiendo tanto al interlocutor que se nos presenta, como –en el peor de los casos-  a nosotros mismos, llegando a poner en tela de juicio aquello que en un primer momento fue el motivo de la salida: La Buena Noticia de Jesús.
Quizá alguno de ustedes, haya comprendido en algún momento que una fe que se propone, es una fe cuya aspiración es presentarse como una alternativa, igualmente válida que otras equivalentes, en una suerte de “oferta ideológica confesional”; es decir, donde el auto convencimiento por predicar aquello en lo que se cree, se convierte más en un acto proselitista –cuando no costumbrista- que en un modo vivencial y de experiencia en el que uno lleva a hacer carne eso que cree, porque está convencido de eso mismo: Que Cristo es el Camino y la Vida, y que es quien, venciendo a la muerte, abrió el camino para nuestra redención a través de la creencia en El, y el seguimiento de sus enseñanzas.
Pasando en limpio lo que acabamos de reflexionar, antes de pasar al párrafo siguiente,  los invito a que nos detengamos por un momento a pensar, tanto en forma personal como comunitaria, ¿en qué lugar de importancia colocamos el anuncio de nuestra Fe, cuando pensamos en vivir la Iglesia en salida que estamos comenzando a transitar?
Si ya lo pensaste; te digo que –por esta vez- el punto medio no es malo ni signo de tibieza: Saber que tu no es algo sin importancia, sino que es la herramienta de la que Dios se vale, no solo para que alcancemos la Salvación, sino también para hacer desde ahora un mundo más lindo, más justo, y un anticipo del Reino ya desde ahora, en la tierra.

Entonces, si nos proponemos de corazón vivir la Iglesia en salida, y lo hacemos con el firme propósito de ¡Admitámoslo! cambiar el mundo desde el pedacito de sociedad que la Providencia nos confió, asumamos este desafío sabiendo que nuestra Fe es valiosa, merece ser defendida (¡pero no impuesta!) y puede si, entrar en un diálogo fructífero con otras creencias y formas de pensar, pero al final de la jornada, cuando volvemos a nuestras comunidades a seguir compartiendo la Fe, esta tiene que haber salido fortalecida , no por haberla “comunicado” sino porque la transmitiste con tu vida, y escuchaste a todos, con respeto, pero con la claridad de que la vida en Cristo, merece ser vivida.

Queridos amigos, te deseo un hermoso mes de Noviembre, bendecido por Dios. ¡Que tengas un hermoso mes! Daniel.